Por su formato comercial, consistente en la rotación permanente de espacios físicos, se ha convertido en un desafió que estimula a los diseñadores y arquitectos más importantes, los que se someten con evidente placer a la aventura de generar espacios conceptuales en los que tanto las materias primas como los distintos perfiles estéticos se presentan ante el mercado consumidor para tentarlo con nuevas propuestas. Este año Casa FOA realiza su exposición número diez y ocho en un escenario definitivamente singular: el Monasterio de Santa Catalina de Siena.